21 febrero 2008

SWEENEY TODD
(REVIEW)

Tim Burton.Tim...Burton.Si Tim Burton.¿verdad que con solo oir ese nombre, uno ya lo asocia incoscientemente a una película que resulta innegablemente diferente, atractiva, oscura...unas sílabas cuya dicción generan una inmediata sensación de genialidad. Cuando uno ve una película de Tim Burton con el objeto de afrontar su nueva obra con un ojo crítico, siente que su opinión nada podrá aportar a la masa de aficionados a sus anteriores maravillas. Es como intentar escribir una vez más que es un director “sobrevalorado” sin caer en la posición rancia del alumno listillo de la clase, del renegado que intenta convencer al mundo de que todos están equivocados. En definitiva, de parecer el entendidillo a contracorriente, incomprendido y inequívocamente frustrado por que los pimpollos veneran al maestro Burton y el no comulga con esa iglesia de la cienciologia siniestroide. Ni siquiera reconocen,Oh!..no reconocen..ni un punto débil al señor de lo oscuro. Ni siquiera saben ,mientras planchan su camiseta de pesadilla antes de navidad, mientras se ponen su bolso de pesadilla antes de navidad, mientras dicen adiós a su muñeco de tamaño real de jack skeleton de su dormitorio, que el ni dirigió, ni guionizó Pesadilla antes de navidad.El amargado infeliz está solo ante la evidencia de su propio carácter agrio y antisocial. Dicho esto digamos ahora con la boca ancha y los pulmones hinchados que Sweeney todd es una pésima película solo apta para enfermos terminales de este creativo de disney que aun no ha aprendido ha hacer un plano contra plano o dirigir más de 20 minutos seguidos sin hacer perder el interés en mil puntos de fuga.
Desde Ed wood parece que el bueno de Tim no ha encontrado un ayudante de dirección que le diga como dirigir un película haciendo los énfasis dramáticos en los lugares apropiados, sin hacer decaer su ritmo en cada bobina. Y es que Sweeney todd es un autentico tostón. Lo peor de todo es que la cinta lo tiene todo para ser una genialidad del cine de horror adulto. Un diseño de producción apabullante(no es difícil con los 55 millones que han gastado),referencias desde Bava, la Hammer(ese color de la sangre!),los clásicos proscritos de la Universal ... la mala leche del musical original...en definitiva : todo. Pero no...Burton prefiere hacer de uno de sus musicales favoritos un curioso compendio de sus vicios más característicos, sus obsesiones más trilladas...su discurso hueco que sin duda hará las delicias de todas las góticas de cerebro predispuesto a ese discurso. Es decir, una colección de planos por que sí, secuencias aquí y allá perfectas para que Hottopic haga el agosto con pañales talla xl para Emos con padres separados. Si uno obvia la innegable inutilidad de los actores principales para meterse en los papeles requeridos, tardará poco en darse cuenta de lo bochornoso que resulta escuchar un musical con semejantes “tenores”.Johnny-no-soy-capaz-de-no poner-caritas-ni haciendo-de-malvado-Deep es incapaz de darle un mínimo de solidez a su voz, que resuella versos sin potencia, ni gracia ,ni poder. No se queda atrás la mujercita del director, que sí, que está muy mona en su octava reinterpretación de la novia de frankstein de Brannagh, pero resulta casi lastimoso verla intentar llegar a los tonos de las piezas del musical. Mejor no hablar del anodino e inane pretendiente de johanna...por favor, no me hagan rememorar sus espectaculares saltos a escena. No estaría mal que entre algún miembro del casting alguien supiera cantar ,por que para ser un musical ,aquí lo único que canta son los efectos por ordenador del 80% de la película. La falta de equilibrio y dirección de las últimas películas de Burton hacen preguntarse como engendros como este optan a premios, reciben críticas sobresalientes y hacen que el “mito” siga en pie. Tim Burton no es un director. Es un esteta, un amago de autor con un innegable lenguaje artístico y unos axiomas plásticos reconocibles pero que ni siquiera él a inventado. No hay nada malo en ello, pero cuando pasan 15 minutos de una de sus películas el fastuoso diseño de producción, la fotografía preciosista y los “gags” macabros han sido más que asimilados y digeridos por el espectador con un coeficiente intelectual mayor que el de paquirrin. Después uno queda absorto ante la danza de el tedio y el aburrimiento. No sólo vale el aspecto y las referencias para hacer avanzar un relato. Ni siquiera el gore de Grand gignol, ni los a veces ingeniosos ripios de las canciones originales pueden vencer la descompensación entre escenas cantadas y habladas ,ni tampoco la alarmante arbitrariedad estructural, ese “me salto por los cojones” el concepto de acto que hace avanzar un relato con interés.En resumidas cuentas, otra pieza de culto del director mainstream más venerado por los que necesitan su pequeña racioncita de oscuridad, pasto de nescientes que nunca conocerán Operazione Paura o El más allá, que nunca se han parado a degustar una cinta de Terence Fisher. Vamos, que un Bodrio.

11 febrero 2008

30 DIAS DE OSCURIDAD
(REVIEW)
Las adaptaciones de comic a la pantalla grande son el último bastión de un hollywood falto de ideas que con desesperación lanza recreaciones de otras películas, videojuegos, series y hasta juguetes. Uno de los comics con más popularidad en los últimos años fue 30 días de noche, cuya estética fue elevada a los altares y su guionista Steve Niles se convertiría en el nuevo mesías de las historias tenebrosas en el medio de la viñeta. Lo cierto es que la novela gráfica parte una idea interesantísima (un pueblo de alaska en el durante un mes entero no sale el sol es atacado por vampiros) pero no resulta nada más que una lectura curiosa. Gran parte de su popularidad la debe a los dibujos de templesmith que a la propia historia en si. Niles es, digámoslo claro, un mediocrísimo guionista de horror y tiende a acercar su estilo al guión de los comics mainstream de fácil consumo más que a los de sólidas novelas gráficas o al comic independiente. El comic de 30 días de noche tiene subtramas innecesarias, humor simplón y personajes sin peso que desvían la trama de lo que realmente interesa al lector. La película de David Slade puede jactarse de haber solucionado muchos de los problemas de la novela, mejorado sus puntos fuertes , manteniendo los elementos que la hacen interesante. Lamentablemente eso, por si solo, no basta y no logra conseguir un producto sólido desde el punto de vista argumental. Su guión no logra explotar los lugares muy trillados de este tipo de películas y no logra aportar nada excepcional, nada que no hayamos visto antes. Esto no la convierte en una mala película puesto que importa más el como se cuenta que lo que realmente relata, pero resulta evidente una desorientación con el material de base, un sonambulismo narrativo que no sabe que hacer con sus personajes en el segundo acto y que decepciona al ver como una idea que tiene todo para ser grande, se queda en una pequeña anécdota, un producto a medio hacer, una agradable cinta de serie B que teniendo todo para convertirse en un clásico desperdicia la oportunidad olvidándose de lo más importante en una película : el ritmo, los personajes . Sin embargo si se deja notar una voluntad importante por hacer algo diferente y los creadores tienen la conciencia de estar haciendo algo especial. Las primeras escenas que explican como el pueblo esta siendo acechado son muy sólidas, y prometen un espectáculo de categoría A. Conforme la trama va avanzando se enreda en un lugar de donde no consigue que los personajes lleguen a importarnos. Parte de la culpa es el tono de frialdad de el relato, la distancia con respecto a la historia, la falta de equlibrio de las escenas que lleva a preguntarnos cual es el motor de la historia. Y es que una cinta de supervivencia, de personajes encerrados frente a un peligro exterior...ha de procurar mantener el interés en algún punto. Este problema, sin embargo, no logra invalidar los otros puntos fuertes de la cinta. La fotografía es poco menos que espectacular e invita a posteriores revisionados de la película para disfrutar de el preciosismo de sus imágenes. Desde los apabullantes planos de el pueblo, con un diseño de producción delicioso, todas y cada una de las apariciones de los vampiros(pese a alguna sobreactuación cercana al ridículo...) hasta la tenebrosa plasticidad del uso de sangre. 30 días de oscuridad, con sus problemas, no es una mala película y resulta muy disfrutable para cualquier fan del fantástico o el horror. Su estilo relativamente clásico denota que el mejor Carpenter , el de la cosa, es uno de sus máximos referentes y hay muchos momentos que resucitan el estilo del mejor director del fantástico que ha existido, lo cual no es decir poco. Además el director David Slade es respetuoso con el espectador y no incluye ningún momento estúpido o deudor del cine para adolescentes. Los personajes son personas normales, y logra reflejar bien las idiosincrasias de las gentes de un pueblo como Barlow. Lo malo es que el guionista, aunque ha conseguido sacar un libreto digno de un comic muy ligero, no logra traspasar la barrera que separa a una película con una idea clara de la que surge sin un propósito más que el de recrear el espíritu de unas viñetas en celuloide. Por el camino, Vampiros, violencia, una de las mejores interpretaciones de Josh Harnett, una puesta en escena rotunda y una belleza en sus imágenes que la convierten en un producto notable.
MONSTRUOSO
(REVIEW)

Precedida de una gran campaña de marketing vía internet sólo comparable al de Serpientes en el avión o El proyecto de la bruja de Blair, Cloverfield llegó a nuestras pantallas con el ridículo título de Monstruoso. Rodada cámara en mano como la reciente REC, nos propone una aventura a lo kaigu eiga que bebe más de los atentados terroristas del 11-S que de las cintas del entrañable godzilla. Cloverfield no logra sobrevivir a su propio Hype pero es una propuesta interesantísima, muy lograda en el aspecto técnico y un must see para cualquier estudioso de la ciencia ficción. No es una mala película ,pero si es cierto que ,como la mayoría de “mockumentaries” es sólo válida como experiencia cinematográfica inmediata, que dudosamente logre soportar más de un par de visionados y que en ocasiones, resulta tediosa y falta de interés. Cloverfield es la película de siempre contada de otra forma, y si bien funciona perfectamente como lo que es, no logra crear una obra sólida de principio a fin. Los minutos iniciales, con la presentación de personajes, y situaciones emplea quizás demasiado tiempo sin que el espectador reciba ninguna información vital. Si es cierto que esta introducción ayuda a que los acontecimientos que suceden sean más impactantes, que suframos junto a ellos las consecuencias de un ataque de alqaed..digo de un monstruo ignoto sobre manhattan. El caos, el pánico, la desorientación de catástrofe son retratadas con un realismo escalofriante, y las imágenes de horror dejan al espectador con mal cuerpo. Conforme pasan los minutos la película se dedica a mostrar más los efectos de una catástrofe que en desarrollar la típica cinta de monstruos y se centra en las reacciones de un grupo de personajes (unos jóvenes algo pijorros y de buena familia)y vivimos su odisea junto a ellos. Recuerda más a la aventura del poseidón u otras películas de catástrofes de los setenta que a las cintas de monstruos o insectos gigantes de la era de la paranoia de los cincuenta, pero en cierta forma es una mixtura de ambos géneros que sale victoriosa gracias a su planteamiento. Hay varios momentos en Cloverfield que dejan al descubierto incoherencias dentro de su propuesta, ya que, como en toda cinta rodada en cámara al hombro, siempre hay momentos que incitan a cuestionar la labor de los guionistas. Situaciones inverosímiles que en realidad no llegan realmente a molestar y proporcionan espectáculo que es de lo que se trata. Cloverfield abre nuevas vías para el uso de los efectos digitales por ordenador y logra, mediante ingeniosos planos secuencia, dar un cariz épico a muchos de sus planos, llegando a convertirse , sin exagerar, en lo que es la visión más espectacular hasta la fecha de lo que puede ser un fenómeno de carácter preapocalíptico. Uno de sus puntos débiles es la inclusión de unos parásitos crustáceos del monstruo que son lo menos realista del conjunto, especialmente cuando los personajes se encargan de despacharlos. Pero ,con todo, la cinta no deja indiferente y aunque haya quien se empeñe en resistirse a entrar en su juego, lo cierto es que sus imágenes impactan y son un prodigio de puesta en escena y planificación. La manera en que funcionan sus, a veces, larguísimos planos secuencia dan una idea del detallado trabajo que hay detrás. Por otra parte, el director Matt Reeves demuestra que no se anda con chiquitas y no trata a sus personajes con benevolencia, recordándonos constantemente que lo que vemos es real, que no valen las reglas cinematográficas más típicas y que en una catastrofe así cualquiera puede morir. Cloverfield deja una coda bastante deprimente, nihilista y poco complaciente, dejando abiertas todas las preguntas y atacando a la curiosidad del espectador que está tan desorientado como los propios personajes. Cloverfield no es un hito de la ciencia ficción, y aunque su propuesta es magnífica, en ocasiones resulta tediosa, cuando no mareante, pero en el fondo resulta más que refrescante siendo una obra , sin duda, imprescindible.