05 agosto 2008

LEMORA.UN CUENTO DE LO SOBRENATURAL
(REVIEW)
Coincidiendo con la época de regresión de la Hammer, los primeros años setenta no tienen demasiadas películas de transición con el estilo de la casa británica. Sin embargo, hubo una respuesta feroz a los planteamientos góticos de los que sus películas participaban. Una de las excepciones es ésta Lemora, una producción americana de reminiscencias oníricas ,con el vampirismo como telón de fondo. Quizás uno de los pocos nexos de unión entre dos grandes épocas del fantástico, la película es una pesadilla infantil que podría considerarse otra versión oscura de Alicia en el país de las maravillas.
Como un cuento de hadas macabro, el desarrollo narrativo de la película es ajeno a los personajes, proyectando en imágenes una inexistente voz de narrador en tercera persona. La cinta esta ambientada en los años veinte, pero la acción transcurre mayoritariamente en un poblado pequeño, alejado de cualquier referencia a el periodo histórico recreado. Esto imprime a la historia una atmósfera de relato arquetípico de cualidad atemporal. Alejada del realismo, sigue una estructura semianárquica, sin seguir una estructura puramente clásica. Un viaje sorprendente que funciona como relato de horror y fábula fantástica al mismo tiempo. La protagonista es una niña de 13 años que queda a merced de Lemora, una extravagante mujer que pretende convertirla en vampiro. Encerrada en una trampa de magia y tinieblas, la terrible odisea de la niña puede verse como un reflejo de la pérdida de la inocencia y del despertar sexual de el paso a la adolescencia. Esto provocó algún problema con la iglesia en el momento de su estreno. El marco conceptual tiene muchos puntos en común con el cuento de Caperucita roja y esto crea una línea directa hasta el film En compañía de Lobos(In Company of Wolves,1984)de Neil Jordan , la cuál también funciona como un cuento perverso, y tiene aspectos formales y estéticos deudores de esta Lemora. Como en un cuento de Angela Carter, la película es una narración sobre el paso de lo idílico y seguro hacia un mundo de pesadilla lleno de violencia, oscuridad, lujuria y muerte. La niña va abandonando el miedo hacia lo desconocido y finalmente no puede seguir luchando contra su naturaleza y la oscuridad que ella misma lleva dentro. A pesar de su bajo presupuesto, la película tiene una bella fotografía, en su mayor parte de tonalidades azuladas, muy deudora de la obra de Mario Bava. La imaginería surrealista y onírica esta al servicio de una puesta en escena preciosista con planos cuidados y de buen acabado. Las referencias a la condición de vampiro son sutiles y extrañas, dándoles una característica aura malévola ya perdida en los productos vampíricos de unos años antes. Los habitantes del bosque son una especie de hombres bestia salvajes a medio camino entre hombres lobo y Ghouls, y sus apariciones a veces resultan un poco exageradas, además, algunos de sus maquillajes tampoco resultan demasiado acertados. El carácter de culto ancestral de la pequeña comunidad de vampiros deja advertir influencias literarias como el Carmilla de Le Fanu o la obra de Lovecraft, tanto es así ,que la escena en la que la niña viaja en bus por el bosque es muy similar a cierto pasaje de La sombra sobre Insmouth.Una de las joyas perdidas del fantastico de los setenta convertida con toda justicia en película de culto.