07 mayo 2006


MIL GRITOS TIENE LA NOCHE
(Review)


En cierta universidad de los Estados Unidos, comienzan a aparecer jóvenes asesinadas y despedazadas. La policía comienza una investigación en la que nadie se libra de ser sospechoso , pero, en su transcurso, los asesinatos siguen cometiéndose sin que se llegue a ninguna conclusión. Finalmente, una infiltrada de la policía junto a uno de los estudiantes más veteranos intentarán llegar a descubrir la identidad del asesino.
Con un argumento así de simple,
Juan Piquer Simón facturó su primera película de terror y uno de las primeras explotations al éxito de viernes 13 en EEUU(Otro subproducto directamente nacido a la sombra del éxito de la seminal HALLOWEEN). Steve Miner (director de las primeras secuelas de V13) produjo la obra maestra que tenemos entre manos. Tengamos claro que la película es tremendamente mala. Lo que hace de esta película un auténtico clásico es posiblemente la incompetencia del equipo artístico y la desvergüenza, que logra traspasar los limites de la estupidez y el ridículo para erigir a la película como una auténtico clásico del cine psicotrónico, no sólo español, sino universal, y uno de los Slashers más condenadamente divertidos que se han hecho nunca. Partiendo de un guión que el mismo Piquer reconoció inexistente, la película comienza con un plano de un niño haciendo un puzzle, con la cámara acercándose a él de forma intimista y con una neblina especial que hace que la escena tenga cierta atmósfera. De pronto, la madre del niño llega y descubre que el niño hace un puzzle de ¡¡una tía en pelotas!!, momento involuntariamente cómico por la forma en la que la escena trascurre y la nula dirección de actores. Desde este momento se hilvanarán una sucesión de situaciones a cual más delirante, inexplicables y definitivamente divertidas. Con el aspecto de producción de serie B americana y la estructura y algunas formas de un giallo italiano, podemos encontrar incontables perlas del guión, en las que te entra involuntariamente la risa floja. Por ejemplo, la simpar audacia de los investigadores, que, ante un cadáver descuartizado con una motosierra llena de sangre al lado, cuestionan que el asesino “probablemente uso un arma similar a esta”. Los momentos de cachondeo general no paran durante toda la película, con momentazos como el ataque de un karateca salido de la nada a la investigadora de policía que llega al campus, o ese momento final, que no revelaremos ya que hay que verlo con los propios ojos, rebobinar y volverlo a ver para darse cuenta que no es una alucinación. Cuando llegan los créditos de la película, la sonrisa no se te va en todo el día, porque toda la película es un “non stop” de momentos involuntariamente cutres que la convierten en una autentica joya, un claro ejemplo del cine que no volveremos a ver jamás, porque el artífice de que tanta incongruencia no convierta a la película en otro aburrido remake de remake es el puro azar. Quizás no sólo se deba al azar, sino a que toda la trama está aderezada por asesinatos especialmente sangrientos, que siempre alegran al espectador, entre cuchillada y destete, llegando a ser tan cafres como aquel en que se parte a una chica en dos mitades con una motosierra, mostrando los resultados sin escatimar en cantidad de hemoglobina y con efectos especiales no muy diferentes a los de cualquier producción americana de la época (sin el ingenio de Savini, claro). En resumen, puede considerarse a Mil gritos tiene la noche como el verdadero origen de la saga Scream, ya que el conjunto de momentos psicotrónicos hacen una perfecta parodia de lo que es una película de body count y, además, consiguen que te rías como si estuvieras bajo los efectos de un extraño ácido. Todo esto hacen del film un clásico superior como comedia tipo scary movie, pero no por ello desdeñable y de obligada visión para el psycoleccionista. En Estados Unidos fue estrenada como PIECES y cosechó un gran éxito de taquilla en su época, mientras Piquer Simon, nuestro director más internacional, con muchos más éxitos de recaudación que cualquier Almodovar o Amenábar, es casi desconocido para el español medio.

LO MEJOR: la involuntaria ristra de momentos ridículos y el gore, que la salvan de haber sido otra continuación de viernes 13 sin gracia.

LO PEOR: que la caspa no deje ver el esfuerzo real del director por hacer un producto de género competente y más que rentable en el mercado, utilizando menos que los medios mínimos y en un país donde la industria maltrata la serie B, empeñado en seguir haciendo películas que no interesan a nadie bajo una cubierta supuestamente artística o intelectualmente estimulante.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡VIVA,primero! Ya estoy bajando Mil gritos... La verdad es que no he visto nada de Juan Piquer Simón,aunque recuerdo haber visto Slugs:muerte viscosa en alguna recóndita estantería del vídeoclub de mi puebloxD ¡Larga vida a Mondo puto!

10:46 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yeahhhh!
MondoPuto vuelve a la carga!!!
Ahora tiene que volver el humor absurdo (usease IMBECIL) además de todas estas frikadas XDD
A ver si entre los dos conseguimos que quede un poco más bonito todo o seremos tan lerdos como para rendirnos en el intento?? ;)

12:58 a. m.  
Blogger Eddyqpr said...

Hijole pos esta yo lan tengo un vhsrip y ME MOLA!! HOSTIAS QUE SI!!

8:50 p. m.  

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