05 julio 2007

28 WEEKS LATER
(REVIEW)
La esperada secuela de ese Remake encubierto del El día de los muertos que es 28 días después llega de la mano de un director español aunque con el nombre de los creadores originales como productores ejecutivos. Las buenas críticas y el (relativo)éxito en la taquilla americana hacían pensar que estábamos ante el título de género de la temporada. Lamentablemente el producto final no alcanza las expectativas creadas por los exaltados aplausos de la comunidad cibernauta.28 Semanas después no es una mala película, no es una mala continuación y es un acercamiento más que interesante al subgénero zombie(SI, ZOMBIE). El afán por desmarcarse de la palabra prohibida hace que los creadores de esta saga hagan ademán de rehuir de los convencionalismos del cine de muertos vivientes y que sin embargo, no parecen querer esquivar. Es por ello que pese a tomar prestados la mayoría de engranajes del género, la propia película se considera a si misma un producto de más calado dramático que otras cintas de carácter menos autocomplaciente y más acomodadas en parámetros más habituales. Parte de su estrategia es afrontar la trama de forma más supuestamente realista (con un uso de cámara de cinema verité aspirante a documental) y aplicar el lenguaje del thriller, el cine bélico o de ciencia ficción más British antes que los mecanismos propios del cine de horror al uso. Para muchos ahí esta el triunfo de estas cintas en los círculos de supuesto prestigio y la acogida menos reticente por el público con el paladar poco acostumbrado al cine escrito con B. El problema principal de 28 Semanas es su descompensado guión y una errabunda distribución de acontecimientos. Como segunda parte, la presentación de la situación es impecable y los primeros minutos dan una visión detallada y a gran escala de la nueva situación(usando un planteamiento geográfico calcado de La tierra de los muertos vivientes)además Fresnadillo se toma su tiempo(demasiado) en presentarnos a los personajes principales y como afrontan la nueva situación. El interés del director en el núcleo familiar nunca llega a plasmarse en una comunión con el espectador y la que se supone es la historia principal de 28 semanas después no logra calar tan hondo como para hacer perdurar la importancia de esas relaciones en la cabeza de un espectador mucho más interesado en ver como la infección se extiende de nuevo o como logran sobrevivir. En esta ocasión las grandes escenas de la cinta son en las que el virus se extiende o cuando llegamos a ver como los infectados escapan fuera de los distritos de seguridad. Esto desemboca en un segundo problema y es que cuando la verdadera acción ha empezado da la impresión de que el camino acabará pronto.Y así es. Lo que podría haber sido unas gran aventura de ciencia ficción y horror se ve saboteada por unas ganas locas de llegar a una conclusión que cierre el capítulo del drama familiar que tanto preocupa a Fresnadillo. El (anti)climax del relato es una escena con mucha menos trascendencia de lo que los creadores estiman y si bien no hace naufragar la cinta, no es el gran final que ésta pedía a voces. El personaje mas carismático, el soldado Doyle queda completamente desaprovechado, así como el emplazamiento desolado y ajado de un Londres lleno de infectados persiguiendo a los protagonistas. No hay muchas concesiones lúdicas salvo esa salvajada robada a la original Dawn of the dead de Romero(en esta ocasión a mayor escala, claro)y que también se puede ver en su coetánea Planet Terror (aunque en esta chirría menos por su condición de gamberrada). Con todo, 28 semanas después es una mas que correcta secuela con grandes secuencias de gran ambición plástica y cubre otro pequeño hueco en la historia de la cinematografía zombie sin resultar innecesaria. Una lástima que no tenga la ambición en crear una odisea de mayores proporciones teniendo en su mano todos los elementos para conseguirlo. Sin embargo, en sus momentos más sencillos alberga mágnificas ideas como el rebrote de la plaga a raíz de un beso de reconcilación que desatan el halo pesimista que acompañara al film durante todo el metraje. El trabajo de dirección es muy interesante y aunque intentando seguir el patrón de Boyle en muchos momentos(el paseo en moto rodado igual que en la anterior y su posterior llegada a la casa, los epilépticos movimientos de cámara, la música...)tiene una pequeña parte de Fresnadillo en ella y al buen hacer de éste solo se podría reprochar ciertos recursos aislados poco acordes con el tono del film(flashbacks,sueños,camara lenta...).Esta segunda parte es otra forma de mirar hacia el género que se queda en lo que la mayoría de estas cintas están ofreciendo al fin y al cabo:las primeras fases de una invasión. De momento el único que se ha adentrado en las fases más interesantes de la línea temporal del dilema apocalíptico sigue siendo Romero y su Land of the dead es pese a quien le pese la única que ha ido un paso más allá en el género pese a que nos quieran hacer creer que una forma o estilo mas moderno signifiquen un avance.