18 diciembre 2007

LA ORGIA NOCTURNA DE LOS VAMPIROS
(REVIEW)
León Klimovsky dirigío en 1971 esta pequeña peliculilla de vampiros cuya mala fama es en parte injustificada. Es cierto es que el film es irregular y cae en ocasiones en ese ridículo clásico de muchas de las obras de la producción fantaterrorífica de la época. También sufre de muchos momentos delirantes que la alejan de ser un producto serio para enmarcarse más dentro de la psicotronía casi involuntaria. Lo que sorprende de una peliculita de estas características es que se aleja de las explotaciones de los monstruos clásicos típicas de Naschy para intentar contar una historia más pequeña, sin vampiros nobles y aristocráticos ,sin complicar la trama con complicadas maldiciones mágicas o subtramas superfluas tan comunes en el territorio Fantaterrorífco hispano y en la obra del propio Klimovsky .La historia de La orgía nocturna de los vampiros es típica a rabiar, pero no resta ni un ápice de su encanto. Un grupo de personas acaban en un pueblo prácticamente abandonado que resulta estar lleno de vampiros .Un punto de partida muy sugerente que en muchas ocasiones logra elevar la propuesta a un lugar digno gracias a que el relato nunca se desenfoca demasiado y mantiene los acontecimientos dentro unos parámetros que nunca escapan de la sencillez implícita de la historia.
Rodada en un adecuado formato panorámico, la fotografía es muy cruda, captando las imágenes sin grandes contrastes y con colores fríos que dan un aspecto desolador a un pueblo viejo y abandonado. El desarrollo de la acción tiene bastante ritmo y ,salvo algunos momentos en los que se resiente el avance del relato, resulta un pasatiempo más entretenido que muchos títulos de mayor popularidad en la cinematografía de horror española. Los ataques de los vampiros están rodados de forma muy interesante, con uso de recursos como el ojo de pez que les dan un aspecto más aterrador. Salvo la personificación más clásica del mito en el personaje de la mítica Helga Liné ,los vampiros son hombres del pueblo con un aspecto más convencional, pálidos y fantasmales, sin aspecto elegante. Lo cual es algo poco común, ya que el subgénero vivía todavía dentro de los márgenes cimentados por la Hammer. Cuando los vampiros se juntan para ir al cementerio ofrecen bonitas estampas , aunque bastante perjudicadas por el indiscriminado uso de la noche americana para solucionar las carencias de luz en el rodaje .Estas escenas recuerdan a las apariciones de La noche de los demonios (con ataques de vampiros al coche rodados de forma muy parecida)y , como en ésta última, tienen gran influencia de La noche de los muertos vivientes(Night of The Living Dead,1968).Una de las apariciones de estos vampiros, cuando los protagonistas son encerrados en un autobús lleno de ellos, recuerda muchísimo a uno de los pasajes más terroríficos de la posterior novela(y segunda adaptación al cine)de Stephen King El misterio de Salem`s Lot(Salem`s lot) con la que la película guarda más de una coincidencia. Las interpretaciones son más o menos competentes pero caen en los vicios más comunes del panorama castizo. El guión tampoco deja mucho espacio para el desarrollo de personajes muy elaborados, simplemente deja frases sin brillo en boca de unos actores con el carisma en horas bajas(aunque la historia, realmente, no necesite más). Afortunadamente, la presencia de Jack Taylor(un extraño héroe con tendencia al vouyerismo)dota de cierta presencia al personaje llamado a escapar del pueblo lleno de vampiros.Uno de los grandes problemas que presenta La orgía nocturna de los vampiros es su desastrosa banda sonora, completamente fuera de tono con las sugerentes imágenes que Klimosky logró rodar. Una colección de partituras setenteras de ritmos de acción ,wenstern y aventura que no acompañan nada a las lúgubres imágenes de tendencia gótica. Un autentico despropósito de canciones casi funk y ¡hasta Bossa nova! colocadas en los lugares más inapropiados que seguramente tengan mucha culpa de que el espectador perciba la película como una obra menor o un esperpento psicotrónico. Como muchas de las cintas de género producidas en esa época, la película recae en tics de lo más habituales como los inevitables destapes gratuitos , explicaciones pertinentes al final de la función...Aún así, es una cinta algo infravalorada dentro del panorama patrio y pese a que muchos ven en ella una joya del cine basura para reír más que para asustarse(como la filmografía de Piquer Simón) la película, sin ser una maravilla guarda virtudes no muy comunes en otras cintas más populares y además , en esta época de remakes bien merecería conocer una revisión patria que explotara sus virtudes y solucionara sus no pocos problemas.