
SILENT HILL
( REVIEW)

Reconozco que no he jugado a Silent Hill. Solamente vi a un buen amigo y gran fan, deambular por el pueblo creado para playstation en su segunda entrega. La verdad es que lo pasé bastante mal aún sin ju
gar yo mismo y durante apenas unos minutos. Sin embargo, recuerdo perfectamente pensar en que en la pantalla había material suficiente para una gran película de horror, y que lo que estaba viendo era un magnífico remix de variadas referencias cinematográficas con una asombrosa capacidad de inquietar y conseguir momentos de puro miedo. Además de todo esto, gracias a mi amigo me di cuenta de que el juego tenía una historia que explicaba el porqué de tan geniales momentos de terror. El fanatismo hacia el videojuego de Silent Hill sólo era comparable al del juego que dio consistencia al término “survival horror”: RESIDENT EVIL, cuya traslación cinematográfica no sólo no lograba reproucir ni un momento del pánico que producía jugar a éste, sino que tenía la capacidad para avergonzar al aficionado al horror o al cine de zombies en particular. Tras el éxito de taquilla de “Resident evil”, no se hizo esperar una adaptación de Silent hill. Cuando se anunció que el director de la cinta iba a ser el artífice de ese bodrio llamado “El pacto de los lobos” se originaron las primeras dudas sobre el proyecto. Sin embargo, el guión corría a cargo de Roger Avary, por lo que podíamos augirar un buen resultado.
Tras ver el film no puedo decir que no me haya gustado, pero comprendo que un espectador normal pueda llegar a aburrirse como una ostra sentado en su butaca. Muchas críticas , probablemente la mayoría, coinciden el lo pobre de su guión y lo enrevesado de su argumento. Personalmente, no creo que la falta de un buen guión sea un arma en contra de la película. El argumento es tan simple que asusta, sin embargo, la mayor inconsistencia del film se localiza en su s
egundo acto y en la falta de pericia a la hora de trasladar las sensaciones del juego a la pantalla. La primera hora , sin ser magistral, es una original y sugerente odisea que consigue asustar y fascinar. La llegada al pueblo, los decorados, la escenografía, la atmósfera y las apariciones monstruosas son muy destacables en el contexto del cine de horror actual. Con los medios de los que hace alarde, se consigue un terreno muy fértil para el miedo y las imágenes inquietantes. Estos primeros momentos, que seguro podrían haber sido mejores, ofrecen un espectáculo de horror que no está nada mal. Uno de los primeros "peros" que sugiere el largometraje es la relativa eficacia de la banda sonora. Es probable que para un videojuego resulte más que efectiva, pero para una película de casi dos horas es insuficiente y a
ratos demasiado sintética y pobre en su realización, además de que el tema principal suena algo pasteloso y telefílmico. La fidelidad al juego tambien puede ser un lastre, ya que, al copiar la película su argumento original, ésta decepciona en su resolución. Cuando en el juego consigues "pasar de pantalla" suele haber un pequeño vídeo de explicación que suelen ser, cinematográficamente hablando, muy allegados al thriller de sobremesa. Cuando el personaje principal descubre la verdad, aparece uno de esos videos explicativos que, de forma incomprensiblemente ridícula, es presentado a modo de “recompensa por haber llegado hasta allí”, una explicación innecesaria que anula parte de los logros que la película atesoraba hasta ese momento y que aleja aún mas al espectador, no muy convencido por la película hasta ese momento. Quizas el problema de la resolución no sólo sea que ésta sea decepcionante (tanto en el juego como en la película), sino que, además, al finalizar los créditos, queda el poso rancio de la impresión de haber visto otra película más de niñas japonesas vengativas. No sólo por el aspecto de la niñita en cuestion, claramente similar a la Sadako (o mas bien Samara) de "The ring", sino por la coincidencia argumental. La única diferencia estriba en que la venganza de la niña de Silent Hill recae sobre almas encerradas en una especie de purgatorio y que, como armas, utiliza demonios y criaturas. Aún a pesar de la decepcionante resolución, ésta podría haber sido más digna si hubiera escondido un poco más la aparició
n de la secta, demasiado maniquea ,tópica y, en definitva, muy fuera de tono con el resto de la cinta. El clímax es, si cabe, más decepcionante aún, con actuaciones muy ridículas y descuidadas de extras que impiden que alguien se tome en serio todo el fregado. El momento en el que aparece el demonio vengador que acaba con la secta es una orgía sangrienta con sangre pésimamente hecha con ordenador; algo trístemente cada vez más habitual y que, en el caso de "Silent Hill", no tiene demasiado perdón, considerando que es una de las películas de terror con más presupuesto hasta la fecha (50 millones de dólares). Otra traba más la pone la inútil y vacía subtrama del padre de Shannon, interpretado más aceptablemente por Sean Bean, pero que, en definitiva, está desaprovechado al servir solamente para mostrarnos de forma algo reiterativa que el pueblo de verdad está en otro plano dimensional, dando así a enteder la p
robable muerte de shannon y su madre, encerradas en la dimensión demoníaca de Silen Hill al estilo de “EL MAS ALLA" de Fulci. Con todo, pese a esos fallos menores de interpretación y el desencanto del final, lo importante en "Silent hill" es el propio viaje y no los porqués. La realización de Gans es encomiable, valiente y trabajada. La búsqueda de planos curiosos, ángulos extraños y el fuerte background de referencias cinematogáficas nos logra regalar grandes momentos como las apariciones de "the Janitor" o "piramid head", una suerte de almas torturadas de Clive Barker. También es majestuosa la llegada al pueblo con un decorado enorme que recrea una ciudad fantasma y algún que otro detalle reseñable en forma de pasajes de "La escalera de jacob", "Inferno" de Argento, "En la boca del miedo" de Carpenter o la olvidada "Horror Hotel", bien entrelazados y con una forma de mirar hacia el cine de terror distinta y refrescante, que ,sin embargo, no logra superponerse al estigma de lo que podría haber sido y no es. Silent Hill será admirada por los fans del juego original por ser básicamente una transposición milimetrica de éste al medio cinematográfico, pero puede despistar a quien no sepa nada de éste. A veces brillante, a veces funesta, estamos ante una obra irregular que contiene tantos elementos para alabar como para enojar al espectador medianamente exigente.

Tras ver el film no puedo decir que no me haya gustado, pero comprendo que un espectador normal pueda llegar a aburrirse como una ostra sentado en su butaca. Muchas críticas , probablemente la mayoría, coinciden el lo pobre de su guión y lo enrevesado de su argumento. Personalmente, no creo que la falta de un buen guión sea un arma en contra de la película. El argumento es tan simple que asusta, sin embargo, la mayor inconsistencia del film se localiza en su s



